¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal?
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) engloba un grupo de trastornos digestivos crónicos que provocan la inflamación del tracto digestivo. Los dos tipos principales son la colitis ulcerosa, que afecta principalmente al colon y al recto, y la enfermedad de Crohn, que puede afectar a cualquier parte del tubo digestivo.
Afecta tanto a adultos como a jóvenes, y suele diagnosticarse entre los 15 y los 35 años. Aunque no se trata de una enfermedad hereditaria como tal, existe una predisposición genética que, combinada con factores ambientales, puede desencadenar una respuesta inmunológica anómala del cuerpo, provocando una inflamación intestinal crónica.
Causas y factores de riesgo de la enfermedad inflamatoria intestinal
Aunque no existe una causa única que explique el origen de la EII, sí se conocen distintos factores de riesgo que pueden influir en su aparición y desarrollo:
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Predisposición genética: tener familiares directos con EII puede aumentar el riesgo.
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Factores ambientales: el tabaquismo, la dieta, el uso de antibióticos o infecciones intestinales pueden actuar como desencadenantes.
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Respuesta inmunitaria alterada: en personas con EII, el sistema inmunitario reacciona de forma excesiva ante la presencia de bacterias intestinales normales, provocando una inflamación crónica del intestino.
Síntomas habituales de la Ell
Se trata de una enfermedad crónica que evoluciona en brotes. Es decir, los pacientes alternan periodos sintomáticos con etapas de remisión, en las que los síntomas desaparecen gracias a un tratamiento adecuado. La frecuencia y la gravedad de los brotes varían según cada caso, aunque se estima que el 50 % de los pacientes presenta síntomas leves y pasa la mayor parte del tiempo asintomático.
Los síntomas varían según el tipo de EII, pero suelen incluir:
- Dolor abdominal persistente.
- Diarrea frecuente, en algunos casos con presencia de sangre
- Fatiga y pérdida de peso
- Fiebre y malestar general, especialmente durante los brotes activos
¿Cómo se diagnostica la enfermedad inflamatoria intestinal?
El diagnóstico de la EII requiere una combinación de pruebas clínicas, analíticas y de imagen que permiten confirmar la inflamación, descartar otras patologías digestivas y evaluar el grado de afectación intestinal.
Principales pruebas para diagnosticar la Ell:
- Análisis de sangre y heces, para detectar inflamación y descartar infecciones.
- Endoscopia o colonoscopia, que permiten observar directamente el estado del intestino y tomar muestras (biopsias) para confirmar el diagnóstico.
- Pruebas de imagen, como la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TAC), para valorar el alcance y la localización de las lesiones.
Un diagnóstico precoz es fundamental para controlar los brotes y evitar complicaciones a largo plazo, como estenosis, fistulas o un mayor riesgo de cáncer colorrectal.
Tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal
El tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal tiene como objetivo controlar la inflamación, reducir los síntomas y prolongar los periodos de remisión. Cada caso es diferente, por lo que el enfoque debe ser personalizado según la evolución de la enfermedad y las necesidades del paciente.
Opciones terapéuticas más frecuentes:
- Tratamiento farmacológico: Antiinflamatorios, inmunosupresores o terapias biológicas que regulan la respuesta inmune.
- Dieta adaptada: Aunque no existe una dieta única, evitar ciertos alimentos puede ayudar a reducir los síntomas durante los brotes.
- Cirugía: En casos graves o cuando existen complicaciones, puede ser necesaria la resección de una parte del intestino afectado.
El seguimiento médico continuo es fundamental, ya que se trata de una condición que requiere control a largo plazo. Con un diagnóstico adecuado y el tratamiento indicado, muchas personas con EII pueden llevar una vida activa y con buena calidad.
En CreuBlanca contamos con un equipo de especialistas en aparato digestivo y tecnología de diagnóstico avanzada que nos permite identificar con precisión la enfermedad y ofrecer un tratamiento integral y personalizado. Si presentas síntomas digestivos persistentes, acude a nuestros especialistas para una valoración completa.