Durante sus 75 años, CreuBlanca ha crecido gracias a la innovación y, sobre todo, a las personas que la hacen posible cada día. En “Historias que nos unen” conocemos a Cristina Arroyo, técnica de diagnóstico por la imagen, que nos cuenta sus primeros pasos en CreuBlanca, la evolución que ha vivido desde dentro y la importancia de trabajar en un entorno donde tecnología y equipo humano avanzan juntos.
Porque detrás de cada diagnóstico hay experiencia, vocación y un compromiso compartido con la salud. Historias que nos inspiran, nos emocionan y nos unen.
¿Cómo empezaste a trabajar como técnica en diagnóstico por la imagen y qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Después de finalizar mis estudios empecé a buscar trabajo y CreuBlanca me dio la oportunidad y apostó por mí para formarme en resonancia magnética. Lo que más disfruto de mi trabajo es el trato tan humano y tan cercano con el paciente porque me hace entenderlo, acompañarlo en el proceso que conlleva una prueba diagnóstica y poder hacerle este proceso más fácil, más llevadero y más tranquilo para él. La sanidad es un mundo que me apasiona y encontré en este trabajo eso que tanto siempre me había gustado ofrecerle a los demás. El diagnóstico por la imagen ha cambiado mucho con la tecnología.
¿Cómo has vivido esta evolución y cómo ha mejorado la experiencia del paciente?
Como profesional es supergratificante ver cómo avanza tanto la tecnología porque así podemos seguir creciendo constantemente. Por ejemplo, la resonancia antiguamente tardabas una hora en realizarla y a día de hoy pueden llegar a durar unos 20 minutos.
El ruido también se ha minimizado mucho porque ponemos cascos, ponemos tapones, incluso hay veces que se puede poner hasta música. En general las máquinas son más grandes, más abiertas, más confortables para el paciente y eso le da mucha tranquilidad. También la calidad de la imagen es mucho mejor, los diagnósticos pueden ser más precisos.
Esto para el paciente le da mucha más seguridad, más confianza.
En CreuBlanca trabajáis codo a codo con médicos, enfermeros y otros técnicos. ¿Qué destacarías del trabajo en equipo aquí y qué lo hace diferente?
En CreuBlanca existe un ambiente de trabajo muy colaborativo.
Entre trabajadores el trato es excelente. Eso es lo que nos permite trabajar mano a mano, apoyarnos mutuamente y poder dar el mejor servicio posible. Somos personas comprometidas, somos personas cercanas que nos apasiona nuestro trabajo, entonces lo hace todo muy fácil. Es muy especial trabajar aquí.
¿Cuál es el mayor mito sobre las pruebas de imagen que te gustaría desmentir y cómo consigues que los pacientes se sientan tranquilos durante la prueba?
Yo diría que el mayor mito de la resonancia magnética en este caso es que todos los pacientes se piensan que los vamos a encerrar, que van a estar como en un ataúd y no los vamos a escuchar, no los vamos a ver y todo lo contrario. Nuestro trabajo también en este caso es hacerlos que se sientan lo más cómodos, lo más tranquilos, como si estuvieran en su casa.
Que al final estas pruebas diagnósticas lo que les dan es un beneficio, no les dan nada malo. Que tienen que confiar también en ellos para poder estar tranquilos y nosotros en este caso escucharlos, entenderlos y acompañarlos para que estén bien y hagamos la prueba agradable.
Desde tu experiencia, ¿qué crees que ha hecho que CreuBlanca siga creciendo tantos años después?
CreuBlanca no para de innovar, de usar nuevas tecnologías.
Con la inteligencia artificial se ha mejorado muchísimo todo lo que es la precisión, la calidad, los tiempos. Ha ayudado mucho conjuntamente con el equipo que hay detrás, tan especializado en diferentes patologías. Hay máquinas especializadas en corazón, hay máquinas especializadas en neurología, entre otras múltiples especialidades para dar un diagnóstico más preciso al paciente.
¿Qué mensaje te gustaría dejar a CreuBlanca en su 75 aniversario?
Mi mensaje sería que siguieran innovando, apostando por las nuevas tecnologías y también apostando y confiando en su equipo humano que es el corazón de CreuBlanca y el que lo hace todo posible.