- Los especialistas apuntan que la probabilidad estimada de padecer cáncer de mama se sitúa en 1 de cada 8 mujeres.
El cáncer de mama se ha convertido en el tumor más diagnosticado en el mundo, situándose por encima del cáncer de pulmón. Los más de 2,3 millones de nuevos casos estimados en el último año señalan que 1 de cada 8 tumores detectados corresponden a cáncer de mama.
Solo en España, la cifra de recientes casos diagnosticados de cáncer de mama alcanza los 34.000 anuales, representando el 11,7% del total de casos nuevos.
El envejecimiento unido a los cambios hormonales de la etapa anterior y posterior a la menopausia son factores que influyen directamente en el desarrollo de la enfermedad. De ahí que la franja de los 45 a los 65 años sea la que presente la mayor tasa de incidencia.
Cáncer de mama en mujeres jóvenes
Las mujeres jóvenes, sin embargo, tampoco están exentas de desarrollarlo. Pues aproximadamente un 10% de las neoplasias mamarias se diagnostican en mujeres menores de cuarenta años, según los últimos datos de la Sociedad Española de Oncología médica (SEOM) y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC).
Afortunadamente, no todo son malas noticias. Su tasa de curación del cáncer de mama es cada vez más elevada, superando el 95% si se detecta a tiempo, gracias a la investigación y a los avances tecnológicos en el campo del diagnóstico por la imagen.
Conozcamos qué método se ajusta mejor a nuestra situación.
Diagnóstico precoz del cáncer de mama
Cerca del 30% de los cánceres detectados en mujeres nacen o se forman en los senos. Ante esta realidad, los especialistas de la Unidad de Patología Mamaria de CreuBlanca recomiendan acudir a una revisión ginecológica anual para llevar un control del estado de salud de nuestros órganos reproductores y de las mamas.
La mayoría de lesiones mamarias se detectan en las revisiones ginecológicas rutinarias, de ahí que el primer paso para prevenir el cáncer de mama sea acudir a nuestro ginecólog@ de confianza.
Las revisiones ginecológicas resultan de gran importancia desde edades tempranes, entre los 20 y 25 años.
A partir de aquí, el especialista establecerá qué tipo de pruebas diagnósticas nos convienen, ya sea a modo preventivo o para descartar una posible patología mamaria.
Cómo descartar el cáncer de mama
La mamografía, la ecografía mamaria bilateral y la resonancia magnética mamaria han supuesto un gran progreso en la detección del cáncer de mama. El uso de la resonancia magnética, en particular, presenta una mayor sensibilidad ante la presencia de lesiones mamarias de tamaño reducir o tumores en fases iniciales.
En el caso de las mujeres a partir de los 40 años, los especialistas señalan la importancia de realizarse una mamografía una vez al año.
La revisión más completa para el cáncer de mama
Si contamos con antecedentes familiares de cáncer de mama o presentamos síntomas de enrojecimiento, ardor, deformidad, eccema, secreción, venas crecientes, piel anaranjada o sensación de bulto en los senos, entre otros síntomas, es esencial acudir a revisarnos.
Asimismo, si presentamos mamas muy densas o tenemos genes BRCA alterados (genes de susceptibilidad al cáncer de mama), también tenemos motivos suficientes para realizarnos un chequeo mamario.
¿Qué es el Chequeo Mamario?
El Chequeo Mamario es una revisión médica que, en una sola mañana, nos permite obtener una valoración completa del estado actual de nuestros órganos y tejidos mamarios. Además, incluye una serie de pruebas que pueden llegar a indicarnos si presentamos algún factor de riesgo que nos conduzca a desarrollar a corto plazo un posible cáncer.
Para aquellas más curiosas, os dejamos las pruebas que incluye el Chequeo Mamario:
Recordad que todas las pruebas son coordinadas y tuteladas por un equipo multidisciplinar formado por ginecólogos y radiólogos especializados en patología mamaria, entre otros profesionales sanitarios.
Visita con un especialista en patología mamaria y exploración física completa. El médico recoge todos nuestros datos relevantes, tales como antecedentes familiares, personales y patologías asociadas, creando un historial médico completo.
Mamografía bilateral. Se trata de una radiografía de los senos y, aunque puede resultar ligeramente molesta, es una prueba muy rápida. Las mamografías son menos eficaces en la detección de tumores en mamas de mujeres jóvenes, ya que estas suelen tener un tejido glandular denso. Es sobre todo, a este segmento de población, a quien conviene realizar pruebas complementarias.
Ecografía mamaria. Permite distinguir un tumor sólido de un quiste de mama, sacos llenos de líquido. También mejora la caracterización los nódulos sólidos y permite su identificación en la mama densa.
Resonancia magnética de mama con contraste endovenoso. Se trata de un estudio que recoge pequeños cortes horizontales de los tejidos de la mama. Una vez recopiladas todas las imágenes se puede estudiar el seno desde diferentes puntos de vista. Además, esta prueba emplea ondas electromagnéticas, por lo que no emite radiación por rayos X.
El cáncer de mama no siempre avisa. Pero sí está en nuestras manos anticiparnos a él. Muestra de ello son los programas de detección precoz, como es el caso de las revisiones ginecológicas y el Chequeo Mamario, destinadas a reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad. Sin duda, programas de cribado que han contribuido a mejorar el pronóstico de la enfermedad y acelerar el proceso del tratamiento.
Recuerda, un diagnóstico a tiempo es la mejor medicina. ¡No esperes al último momento para revisarte!