El TDAH o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, es uno de los trastornos del comportamiento más frecuentes de la niñez y suele perdurar durante la edad adulta. Según la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al TDAH, se estima que afecta entre el 8 y el 10% de niños en edad escolar.
Los niños con TDAH pueden entender lo que se espera de ellos, pero les es complicado completar las tareas, ya que tienen dificultades para estar quietos, mantener la atención y suelen tener un comportamiento impulsivo. Si bien es cierto que todos los niños, especialmente los más pequeños, se comportan así en algunas ocasiones, sobretodo si están excitados o contentos, los niños con TDAH no van dejando atrás estas conductas a medida que crecen y los síntomas continúan, pudiendo provocar bajo rendimiento escolar, relaciones problemáticas y baja autoestima.
Síntomas
Los síntomas del TDAH comienzan antes de los 12 años de edad y en algunos niños, se notan a partir de los 3 años de edad. Principalmente, podemos dividirlos en dos categorías: de tipo inatento y de tipo activo-impulsivo. Es importante tener en cuenta que, los síntomas del TDHA, varían considerablemente de un niño a otro y pueden ser diferentes a lo largo del tiempo.
– De tipo inatento, entre los signos se incluyen los siguientes:
- Incapacidad para prestar atención a los detalles o distracción que provoca tendencia a cometer errores en tareas escolares u otras actividades.
- Dificultad para mantener la atención de forma continua en las tareas o juegos lúdicos.
- Aparentes problemas de audición.
- Dificultad para seguir instrucciones.
- Problemas de organización.
- Tendencia a evitar las actividades que requieren esfuerzo mental.
- Facilidad para distraerse, dispersión.
- Tendencia a tener olvidos en actividades cotidianas.
– De tipo hiperactivo-impulsivo, entre los signos se incluyen los siguientes:
- Gestos o movimientos repetitivos que denotan nerviosismo o intranquilidad.
- Dificultad para permanecer sentado.
- Tendencia a correr o subirse a sitios de forma excesiva.
- Dificultad para jugar tranquilamente.
- Habla excesiva o descontrolada.
- Responder impulsivamente a preguntas sin haberlas escuchado completamente.
- Dificultad para esperar a su turno y hacer cola.
- Tendencia a interrumpir.
– De tipo combinado, incluye una combinación de los dos tipos anteriores y es el más frecuente.
Diagnóstico
El diagnóstico del TDAH es clínico, basándose en la evaluación detallada del comportamiento del niño en diferentes contextos. Se realizan entrevistas con los padres o tutores, se revisan los informes escolares y se utiliza una variedad de escalas y cuestionarios específicos. El diagnóstico no puede basarse simplemente en una lista de chequeo de síntomas, debe ser un proceso complejo y multidimensional.
A veces puede ser complicado diagnosticar este trastorno ya que se suele presentar juntamente con otros problemas o afecciones coexistentes como: trastorno negativista desafiante, trastorno disocial, trastornos del ánimo, trastorno de ansiedad o trastornos de aprendizaje.
Tratamiento
El tratamiento del TDAH se basa en ofrecer herramientas a los niños para que puedan aprender estrategias que les permitan controlar eficazmente su comportamiento y ayudar a la familia a crear una atmósfera que lo facilite. El tratamiento, suele ser multidisciplinar y combina medicación e intervenciones conductuales.
Los síntomas del TDAH, aunque a veces disminuyen con la edad, nunca se curan. Por ello, es importante realizar un diagnostico precoz ya que un tratamiento temprano pude hacer una gran diferencia en la gestión de la propia conducta y las estrategias para controlarla.
Aunque educar un niño con TDAH puede ser un desafío en algunos momentos, es importante recordar que los niños que padecen este trastorno tienen dificultades para controlar su comportamiento, es decir, no significa que sean malos, no lo hacen “a propósito” ni “intentan hacerse ver”.
Si los comportamientos de tu hijo cumplen con las descripciones anteriores o si tienes sospecha de que tu hijo sufre este trastorno, consulta con un médico pediatra. El equipo multidisciplinar de especialistas de la Unidad de Pediatría del Hospital CreuBlanca Maresme evaluaran los síntomas de tu hijo para poder alcanzar un diagnóstico preciso, y realizar un tratamiento integral y personalizado, adaptado a las necesidades del niño.