La Navidad es una época para compartir, celebrar y disfrutar alrededor de la mesa. Sin embargo, también es habitual que aparezcan preocupaciones relacionadas con la alimentación y el peso. Comentarios como “he engordado varios kilos en pocos días” son frecuentes, aunque no siempre reflejan lo que realmente sucede en nuestro cuerpo.
La buena noticia es que disfrutar de las comidas navideñas no tiene por qué convertirse en un problema de salud, ni mucho menos en una fuente de culpa. La clave está en el equilibrio, la conciencia y el contexto.
El mito de “engordar varios kilos” en pocos días
A menudo se asocia cualquier aumento de peso tras las fiestas con un aumento de grasa corporal, pero esto no siempre es así. Para acumular varios kilos de grasa sería necesario un exceso calórico muy elevado y mantenido en el tiempo, algo poco habitual incluso en Navidad.
Lo que suele ocurrir durante estas fechas es un aumento transitorio de peso debido a otros factores:
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Comidas más copiosas
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Mayor consumo de sal, alcohol y azúcares
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Digestiones más lentas
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Retención de líquidos
Este aumento suele ser temporal y reversible, y no debe vivirse con alarma.
Disfrutar con conciencia: el papel de las cantidades
En Navidad no se trata de prohibir alimentos ni de “compensar” antes o después, sino de prestar atención a las cantidades. Algunos consejos sencillos pueden marcar la diferencia:
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Evita comer de forma automática. Si hay aperitivo, sírvete lo que vayas a tomar en un plato para ser consciente de cuánto comes.
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Si el menú incluye varios platos, puedes priorizar uno y moderar el resto.
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Come despacio y escucha las señales de saciedad.
Disfrutar no significa comer sin límite, pero tampoco renunciar.
Hidratación: una gran aliada durante las fiestas
El alcohol y los alimentos salados favorecen la deshidratación y la retención de líquidos. Un gesto tan simple como tener siempre un vaso de agua al lado puede ayudarte a:
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Regular la sed
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Reducir el consumo de alcohol
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Mejorar la digestión
Alternar cada copa con agua es una estrategia fácil y eficaz.
Postres: elegir sin culpa
En las comidas navideñas, los postres suelen ocupar un lugar especial en la mesa, combinando fruta fresca con dulces tradicionales. Disfrutar de ellos forma parte de la celebración y no debería vivirse con culpa. Si apetece un dulce típico, no es necesario evitarlo ni compensarlo después.
La clave está en elegir con sentido y disfrutar de la opción escogida con moderación, ya sea fruta o un postre navideño. No se trata de renunciar, sino de tomar decisiones conscientes que permitan saborear las fiestas sin excesos ni restricciones innecesarias.
Fuera de las comidas festivas, vuelve a lo sencillo
El equilibrio en la alimentación no se construye únicamente en los días señalados, sino en cómo cuidamos nuestros hábitos el resto de la semana. Más allá de las comidas festivas, volver a una alimentación sencilla y regular ayuda al cuerpo a recuperar su ritmo natural y a sentirse mejor.
Mantener horarios de comidas habituales, evitar saltarse ingestas para “compensar” y optar por cenas más ligeras después de una comida copiosa son pequeños gestos que favorecen una mejor digestión y un mayor bienestar general. En estos casos, una cena sencilla —como un yogur, una crema vegetal o un caldo— puede ser suficiente para ayudar al organismo a cerrar el día de forma equilibrada.
Muévete, sin exigencias
La actividad física también juega un papel importante durante estas fechas, pero sin presión:
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Caminar un poco más cada día
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Evitar desplazamientos innecesarios en coche
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Mantener, en la medida de lo posible, la rutina habitual
Moverse ayuda a mejorar la digestión, el metabolismo y la sensación general de bienestar.
Navidad también es salud emocional
Es importante recordar que la alimentación no solo nutre el cuerpo, sino también la parte social y emocional. Compartir una comida especial forma parte del bienestar. Vivir estas fechas con ansiedad o culpa puede ser más perjudicial que un exceso puntual.
Desde el equipo de Nutrición y Dietética de CreuBlanca, acompañamos a las personas antes, durante y después de las fiestas para ayudarles a mantener una alimentación equilibrada, realista y adaptada a sus necesidades.
Porque cuidarse también es saber disfrutar.
Si necesitas asesoramiento personalizado, nuestro equipo puede ayudarte.
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