Los tendones peroneos son esenciales para el correcto funcionamiento del pie y el tobillo. Se encuentran en la parte externa del tobillo y son responsables de estabilizar el pie durante actividades como caminar, correr o saltar. Sin embargo, diversas circunstancias pueden dañarlos, generando dolor y limitaciones en la movilidad. Entre las lesiones más comunes encontramos la tendinitis, la inestabilidad y las roturas de los tendones peroneos. Estos trastornos no solo afectan la calidad de vida del paciente, sino que, si no se tratan adecuadamente, pueden empeorar con el tiempo.
Conocer las causas, síntomas, diagnósticos y opciones de tratamiento es fundamental para abordar eficazmente estos problemas.
A continuación, exploramos cada una de las lesiones de los tendones peroneos de forma detallada.
Tendinitis de los Tendones Peroneos
La tendinitis de los tendones peroneos es una inflamación que generalmente resulta de movimientos repetitivos, sobrecargas, calzado inadecuado o lesiones previas. Esta afección se caracteriza por dolor en la parte externa del tobillo, hinchazón y sensibilidad al tacto. También puede dificultar actividades cotidianas como caminar o subir escaleras.
El diagnóstico de la tendinitis se basa en una evaluación clínica minuciosa y puede complementarse con pruebas de imagen como ecografías o resonancias magnéticas para confirmar el alcance de la inflamación. El tratamiento incluye reposo, aplicación de hielo, fisioterapia, antiinflamatorios y, en casos más graves, el uso de inmovilizadores temporales.
Inestabilidad de los Tendones Peroneos
La inestabilidad ocurre cuando los tendones se desplazan de su lugar anatómico debido a un desgarro en la vaina que los contiene. Este problema suele ser consecuencia de esguinces recurrentes de tobillo o lesiones mal tratadas. Los pacientes con inestabilidad suelen experimentar una sensación de «chasquido» o movimiento anormal en el tobillo, especialmente durante actividades físicas.
Para diagnosticar este trastorno, el médico puede realizar maniobras específicas durante la exploración física y solicitar pruebas de imagen, como resonancia magnética o ultrasonidos. En casos leves, el tratamiento conservador puede ser suficiente, incluyendo fisioterapia para fortalecer los músculos y mejorar la estabilidad. En casos graves, la cirugía es necesaria para reparar la vaina del tendón y prevenir desplazamientos futuros.
Roturas de los Tendones Peroneos
Las roturas de los tendones peroneos pueden ser parciales o completas y suelen estar relacionadas con traumatismos agudos o desgaste crónico. Los síntomas incluyen dolor severo, debilidad en el pie y dificultad para realizar movimientos habituales. En ocasiones, las roturas crónicas pueden pasar desapercibidas, provocando un deterioro progresivo de la función del pie.
El diagnóstico de una rotura requiere pruebas avanzadas como resonancia magnética para determinar la severidad y planificar el tratamiento adecuado. En la mayoría de los casos, las roturas completas requieren cirugía para reparar o reconstruir los tendones afectados.
Opciones de Tratamiento
El abordaje de los problemas de los tendones peroneos depende de la gravedad de la lesión y de las necesidades individuales de cada paciente. Los tratamientos conservadores, como reposo, fisioterapia, uso de ortesis y medicamentos antiinflamatorios, son efectivos en muchas situaciones. Sin embargo, en casos más severos, la intervención quirúrgica se convierte en la mejor opción para restaurar la función y aliviar el dolor.
Es fundamental buscar atención médica temprana ante cualquier síntoma relacionado con los tendones peroneos para evitar complicaciones mayores y asegurar una recuperación completa. En CreuBlanca disponemos de un equipo de traumatólogos altamente especializados en pie y tobillo y de los mejores equipos de diagnóstico para identificar el origen de tus molestias. Pide cita ya a través de nuestro portal online.