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Hábitos diarios que dañan la postura y cómo corregirlos.

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Manel Ballester Alomar
Responsable de la Unidad de Traumatología y Cirugía Ortopédica, visitas y cirugías
23 May 2025
4 Min
La voz del experto
Consejos de salud

La salud postural influye mucho más de lo que pensamos en nuestro bienestar diario. Sin darnos cuenta, interiorizamos gestos y posturas que repetimos constantemente y que, con el tiempo, pueden generar tensiones, dolores e incluso lesiones.

Cuidar tu higiene postural es una medida indispensable no solo para prevenir molestias físicas, sino también para mejorar tu equilibrio corporal, tu energía y tu salud en general.

A continuación, te explicamos los hábitos más comunes que pueden estar perjudicando tu postura sin que lo sepas y qué puedes hacer para corregirlos de forma sencilla.

Estar demasiado tiempo sentado

Cuando estamos sentados, la presión sobre la columna aumenta hasta un 40 %, especialmente si lo hacemos sin apoyo lumbar o con la espalda encorvada. Este hábito, común en trabajos de oficina o frente al ordenador, es uno de los principales responsables del dolor lumbar crónico.

Qué puedes hacer: Levántate cada hora, estírate y asegúrate de que tu silla tenga un respaldo adecuado.

Conducir con el asiento mal ajustado

Pasar mucho tiempo al volante, con el asiento mal ajustado o en tensión, puede provocar contracturas en la zona lumbar y cervical. Una posición incorrecta al conducir afecta directamente a la musculatura postural.

Qué puedes hacer: Ajusta el respaldo para mantener la espalda recta, apoya bien los pies y relaja los hombros.

Llevar el bolso o la mochila en un solo hombro

Cargar peso de forma desigual obliga al cuerpo a compensar, lo que puede causar desequilibrios musculares y escoliosis funcional. Este gesto tan habitual genera una sobrecarga progresiva.

Qué puedes hacer: Alterna los lados o usa mochilas con correas dobles ajustadas.

Dormir en un colchón desgastado

Un colchón en mal estado no ofrece el soporte adecuado a la columna, interrumpiendo el descanso reparador y provocando rigidez al despertar. La postura al dormir es tan importante como la del día.

Qué puedes hacer: Cambia tu colchón cada 5 o 6 años y elige uno de firmeza media que respete la curvatura natural de tu espalda.

Usar tacones altos con frecuencia

El uso prolongado de tacones modifica el eje del cuerpo, adelanta el centro de gravedad y genera tensión en la zona lumbar y las pantorrillas.

Qué puedes hacer: Reserva su uso para ocasiones puntuales y opta por calzado ergonómico a diario.

No practicar ejercicio

La falta de actividad física debilita la musculatura que sostiene la espalda, haciéndola más vulnerable a lesiones. El ejercicio postural y de fortalecimiento es clave para prevenir el dolor.

Qué puedes hacer: Camina, nada o realiza ejercicios de fuerza adaptados a tu condición física.

Mirar el móvil con el cuello inclinado

Este gesto genera lo que se conoce como “síndrome del cuello tecnológico”. Al inclinar la cabeza hacia delante, el peso que soporta el cuello puede duplicarse.

Qué puedes hacer: Sube el móvil a la altura de los ojos y haz pausas frecuentes para relajar la musculatura.

Tener la pantalla mal colocada al trabajar

Una mala ergonomía frente al ordenador obliga al cuerpo a adoptar posturas forzadas, sobre todo en el cuello, los hombros y la zona dorsal.

Qué puedes hacer: Coloca la pantalla a la altura de los ojos y ajusta la silla para apoyar bien la espalda.

Realizar tareas domésticas con mala postura

Planchar, fregar o hacer la cama puede parecer inofensivo, pero si se hace encorvando la espalda o sin doblar bien las rodillas, el impacto sobre la zona lumbar es considerable.

Qué puedes hacer: Mantén la espalda recta, cambia de postura con frecuencia y usa ambas manos en las tareas.

¿Por qué es importante cuidar tu postura?

Una mala higiene postural sostenida en el tiempo puede derivar en contracturas musculares, dolores de cabeza, problemas digestivos, dificultades respiratorias o incluso desgaste vertebral.

Además, cuando el cuerpo está desequilibrado, se fatiga antes y responde peor al esfuerzo. Por eso, cuidar la postura no solo ayuda a aliviar molestias, sino que mejora el rendimiento físico, el estado de ánimo y la salud general.

Consejos para mejorar tu postura en el día a día

Para prevenir el dolor de espalda y mejorar tu bienestar general, te recomendamos:

  • Evita pasar muchas horas en la misma posición.
  • Activa tu cuerpo con estiramientos y ejercicio moderado.
  • No ignores el dolor: es una señal de alarma.
  • Mantén un peso saludable para evitar sobrecargas.
  • Cuida la postura al dormir, al sentarte y al moverte.

 

En CreuBlanca queremos recordarte que prestar atención a tu postura, moverte con conciencia y consultar ante cualquier molestia es esencial para prevenir problemas más serios. Cuidar de tus hábitos diarios y corregir esas pequeñas manías posturales puede marcar una gran diferencia en tu bienestar a largo plazo.

Tags:

HigienePostural
Traumatologia
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